Paz y democracia para Colombia

La descomunal maquinaria de terror del Estado colombiano también está activa para períodos electorales; con sus 550.000 miembros de las F.F.A.F.; decenas de miles de informantes y agentes del DAS; 35.000 paramilitares removilizados; y las fuerzas del narcotráfico, incuantificables en esta “flamante industria” y sus conexos, que sostiene a Colombia, pero por declaraciones del general Francisco Patiño el 26 de Abril -“… 43.435 supuestos narcotraficantes, entre ellos 123 extranjeros y 84 extraditables, fueron capturados en los últimos 16 meses… ”-, podremos entender la inmensa estructura de muerte que representan. A ello hay que agregar los millares de informantes “non sancto” de las más 2.228.443 familias en 1.187 municipios, financiados por “Familias en Acción Social” con los “guardabosques de Uribe”, programa cuestionado por la organización no gubernamental gringa GE(http://www.globalexchange.org).

De complemento, tienen un “eficiente sistema electoral presidencial” de resultados manuales en dos horas, en el que se le entregó al “elector” 6 tarjetas, y estos “en secreto”, seleccionaban la de “su preferencia”, las otras 5 boletas sobrantes, quedaban “a la buena de Dios”; y zasss… listo, Santos presidente “democrático”, heredero de la tradición oligárquica, de la rancia familia (¿Clan?) Santos, fiel representante de casi doscientos años en el dominio de la santanderina política asfixiante de Colombia, la que ha mantenido al pueblo del hermano país en una de las pesadillas más terribles y prolongadas de la humanidad, amenazando, ahora con sus 7 bases militares gringas, tierras bolivarianas.

Obviamente, no querrán hacernos creer que, en el ínterin electoral, los cientos de hombres del terrorismo de Estado descrito, estaban “comprando kerosén”.

No obstante, mañana Colombia tiene nuevo Presidente.

Paralelamente la pitiyanqui burguesía venezolana ante su división, y la previsible derrota del 26S, cual corifeos griegos del lacayo Uribe, respaldan las agresiones yanquis contra Venezuela.

Desesperados, con estratagemas simulan desconocer el estado de conmoción y guerra de Colombia, originada por una oligarquía criminal, con hechos constatados y documentados en la historia pasada y presente, no con “historietas fotográficas” de charlatanes articulados en guerra sicológica con USA.

Juntos, como las bestias heridas, huyen de la realidad dialéctica que originan y los adversa, y si no pueden salir airosos en la confrontación, o creyéndose acorralados en su rapiña, lanzan el zarpazo antes del último suspiro.

Por ahora…, “Con estos Bueyes hay que arar”, peeero… avisados estamos.

Nos preparamos.

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